Agradecimientos alternativos.

En estos últimos 4 años son muchas las cosas que me han marcado. Algunas, muy sencillas y/o cotidianas, pero que tienen su valor especial y debo agradecer de todos modos. Pero, son agradecimientos que no he dado en ocasiones anteriores, es por esto que los siguientes recuerdos serán denominados “agradecimientos alternativos”.

Empezaré desde el principio.

Gracias a:

Las clases particulares para dar la prueba para entrar al SL, el examen psicológico, a Loretto Gaete (con dos ‘T’), a Joahana Flores, a la pre-comunidad, a todas las juntas con la comunidad en las que comíamos poco pero se pasaba bien, al “Simon says” y el “gimme a card!”, a las fotos del anuario, al Plan Matemático, las pruebas, las tareas, los trabajos, las disertaciones, los certificados médicos, los refrigerios que motivaban las tardes de estudio, a los desayunos (y a las mamás también), a cada lápiz que usé (desde la lapicera con la que escribí el horario de clases del 2004, hasta el lápiz mina que me acompañó este año hasta la PSU), al celular Motorola, al Kyocera que giraba sensualmente y al actual Sony Ericsson (que desplazó al mp3 que había reemplazado al mp3 perdido, pero que agradezco a ambos de todas maneras), al PS2, al notebook, al Internet, al MSN, al blog, al fotolog, a Cuerpo y Sangre (por culpa de aquel texto no me aguanto la risa en las misas) y a toda la materia gris que escupiré.

A los profes (Marco, Luz Neira, Patty, Otto, Pija, Pájaro, Caracol, Quenita, Negros Varas y Luza, Mr. Oliva, y a mi führer Cuco Flores). A mis amigos (Willy, Manso, Gepeto, Emerson, Ponce, Moska, Marco, Comunidad entera, Carla, Coni). A mi mamá adoptiva de Arica, a mi familia adoptiva de Trabajos de Verano, a las tías y abuelos del Hogar de Cristo, a las enfermeras que me acosaron mientras cumplía mis deberes laborales... Creo que se me olvida alguien =*

A algunos lugares: el San Luis, la casa CVX, cada casa donde me he quedado a dormir, al Arbolito, al Mall (pero no tanto), a la X3, a la Avenida Brasil, al “árbol” de la Avenida Brasil, al Dessel, al Telepizza, al Florencia, al Beira Mar, al CEPECH, al SIMON, a Río Grande, a Taltal, Mejillones, Juan López y a donde me lleve el viento.

A mi debut como mina y como actor, al terno “que nunca uso” y al que usaré, al pelo lais, al disfraz del general (y a los posteriores joteos), a la nariz fracturada, a los “te qedó mejor la nariz” y a cada estupidez que hice durante este tiempo.

Creo que me falta mucho por nombrar, después de todo, con todas estas cosas, pareciera que 4 años no fueron del todo rápidos. En fin, es lo que menos importa. Hasta mañana.

PD: Olvidé agradecer a la mejor canción que he escuchado…